Desearos en este día que disfrutéis y miréis a través de los ojos de un niño, que os colme de felicidad y sonrisas y que seamos dignos de admirar a cuantos seres queridos tenemos a nuestro alrededor.
Unos niños, que aun siendo ya mayores esperamos con ilusión y Esperanza un nuevo 5 de enero, solo le pedimos a sus majestades que no se olviden de los que más lo necesitan, y que reparta alegría a los que sufren de tristeza, que le des compañía a todos los que se sienten solos y abandonados, que les permitáis un hogar digno y un plato caliente en la mesa al que lo necesite, al fin y al cabo, que repartáis un poco de humildad y amor al prójimo hacia los que nos rodean.
Aquí esperamos impacientes vuestra llegada, que seguro traerá alegría y bendiciones. Bienvenidos siempre a esta tierra de María