Sabíamos que iba a ser diferente, lo más alejado a lo que conocemos por un Miércoles Santo, pero una vez más, los hermanos del Huerto supimos adaptarnos a las circunstancias y hacer de tripas corazón para conseguir realzar el día que todos tenemos señalado en el calendario de nuestras vidas.

Como es habitual cada Miércoles Santo, la jornada comenzaba a las 9 de la mañana con la Misa de preparación para nuestra Estación de Penitencia. Dura Estación de penitencia la de este año, en la que hemos cambiado antifaces por mascarillas y saludos con el codo por abrazos…

Presidida por nuestro Director Espiritual, D. Antonio Sabido y concelebrada por nuestro hermano Juan Luis Izquierdo, Diácono permanente de nuestra Diócesis, comenzaba puntual nuestra anual cita con aquellos cambios motivados por las medidas de seguridad adaptadas para cumplir las normas; reducción de aforo y distanciamiento social, habilitándose para tal fin, una pantalla de grandes dimensiones en el Altar Mayor de la Basílica para que se pudieran seguir la Misa en las naves centrales del templo, ya que la mesa de altar se situaba a los pies de nuestra Capilla, la de los Benavides, magníficamente exornada por nuestro equipo de Mayordomía, en la que la imponente talla de María Santísima de Gracia y Esperanza, vestida de forma magistral de reina, centralizaba la armoniosa composición.

La celebración religiosa fue armonizada magistralmente por la capilla musical Vía Sacra de nuestra ciudad y contamos con la asistencia del Señor Alcalde, D. Germán Beardo, del Concejal de Fiestas D. David Calleja y del Presidente del Consejo Local de Hermandades y Cofradías, nuestro hermano D. Jose Manuel Castilla.

A partir de la conclusión de la Misa, el primer templo portuense se convirtió en un hervidero de emociones por parte de los hermanos, familiares de los mismos y fieles devotos, que no quisieron dejar pasar la oportunidad de presentarle sus respetos a nuestros Titulares que durante toda la jornada del Miércoles Santo, en forma de innumerables ramos de flores que quedaban depositados a los pies de Nuestra Señora.

Cabe destacar que representaciones de todas la Hermandades de nuestra ciudad, debidamente espaciados en el tiempo para cumplir con las normas, fueron pasando por nuestra Capilla para presentar sus respetos a nuestros Titulares en forma de ofrenda floral, siendo estos recibidos por nuestro Hermano Mayor y miembros de su Junta de Gobierno.

También las ofrendas florales realizadas por ambas cuadrillas de costaleros, la de la Agrupación Musical Virgen de los Reyes de Sevilla capital, cuyo representante depositó a los pies de María Santísima de Gracia y esperanza, el tricornio del uniforme de dicha agrupación, y la del Grupo Joven de esta Hermandad que consistió en dos canastos de pétalos de flores rememorando aquellos pétalos que deshojan cada año para ofrecer en forma de lluvia a nuestra Titular en nuestra emblemática Plaza de la Cárcel y que se realizó justo al término del rezo del Ángelus.

La Junta de Gobierno de esta Hermandad, programó durante toda la jornada, una serie de meditaciones, por parte de Hermanos de nuestra Hermandad que habían ostentado el honor de pregonar la Semana Santa de nuestra ciudad para ofrecer a todos los presentes, bellas palabras a nuestros Titulares, y de ánimo y confortación a los presentes.

De esta forma Francisco Dueñas Crespo, José Manuel Lorenzo, Francisco Andrés Gallardo, Jesús Andrades y José Manuel Castilla, a diferentes horas del día, tomaron posesión del atril habilitado para tal efecto desgranaron vivencias, sentimientos, oraciones, pensamientos, meditaciones, en prosa y verso para decirnos a todos que aun sin desfiles procesionales, el Miércoles Santo sigue siendo el día emblemático para los hermanos del Huerto y la Semana Santa para todos los cristianos. Magnifica y bella forma que tuvieron todos y cada uno de ellos de convertir sus palabras en pasos de nuestra Estación de Penitencia, que tuvimos que hacer en este Miércoles Santo, en el interior de nuestros corazones.

A las 18:00 horas, el sacerdote de la Compañía de Jesús y Director Espiritual de la Hermandad de los Afligidos D. Fernando Arjona, dirigió a los ante nuestra Capilla congregados el rezo del Vía Matris, ejercicio piadoso en el que se realiza una meditación sobre los 7 dolores que la Virgen María, madre y cooperadora del Salvador, sufrió durante su vida, en el cumplimiento de su misión.

Y para finalizar tan intensa jornada, se celebró a las 20:30 horas, en un templo en penumbras, el rezo del Vía Crucis estático, donde recordamos la Pasión, muerte y Resurrección de Nuestros Señor Jesucristo. Éste estuvo dirigido por nuestro Director Espiritual y Rector de la Basílica menor de Nuestra Señora de los Milagros Coronada, D. Antonio Sabido, asistido por diferentes hermanos y hermanas que colaboraron en la lectura de las diferentes estaciones del mismo.

En conclusión, una intensa jornada, como la de cualquier Miércoles Santo, con la diferencia de que, durante toda la jornada, tuvimos la inmensa suerte de tener a nuestros Titulares esperando nuestras plegarias y oraciones, en las que pudimos pedirles salud y recordar a todos nuestros familiares y amigos que ya nos están con nosotros.

Un Miércoles Santo distinto, raro, diferente, pero Miércoles Santo en definitiva y que en este año de pandemia nos ha enseñado a los hermanos del Huerto a adaptarnos a las circunstancias y celebrarlo con la intensidad, respeto, orden y solemnidad que el día requería para mayor gloria si cabe de nuestros Titulares y mayor esplendor de Nuestra querida Hermandad.

Gracias a todos por conseguirlo.

Quedan 377 días para el Miércoles Santo.