A esta hora, entre las penumbras de nuestra Basílica, tus hijos e hijas te esperaban para abrazar el madero de tu parihuela y sentir entre sus hombros el peso del Tu amor.

Este año lo veremos desde otra perspectiva, lo viviremos de una manera diferente. En la lejanía de nuestros hogares te acompañaremos entre cirios blancos y alabaremos Tú nombre, rodeando el coro de nuestra Parroquia y rezando Contigo hasta llevarte de nuevo hasta tu paso, ese que espera el Puerto cada Miércoles Santo y este año no será.

Recordando el bullicio como cada año, de los más pequeños a Tú espera en la Puerta de Sol, pequeñas manos y almas angelicales deseando coger a su Señor del Huerto y llevarlo hasta lo más alto.


Y es que la unión hace la fuerza. Y es que todos los Hermanos y las Hermanas del Huerto unimos hoy más que nunca nuestras manos para subirte hacia lo más alto, y alzando la voz para rezarte con fuerza para que este mal pase pronto. Y seas siempre Tú el consuelo de aquellos que tanto te necesitan.