Domingo de Pasión, y tras el rezo del Ángelus a las 12 del mediodía por D. Antonio S. Sabido Salguero, Asistente Eclesiástico del Consejo de Hermandades y Cofradías, dió comienzo en el Teatro Pedro Muñoz Seca, el Pregón de la Semana Santa como pistoletazo de salida y que nos llevará, hasta un nuevo Domingo de Ramos.

Un pregón ansiado por todos y que pudo demostrarse casi con un lleno total del teatro, a la espera de una soñada Semana Santa, esa que tanto hemos anhelado y hemos echado en falta, una semana de evangelización por las calles de nuestra ciudad.

Dña. María Montes González, cofrade, Hermana del Nazareno, compañera de Junta de Gobierno y amiga del Pregonero con la que mantiene una estrecha relación, tomó el atril y realizó una exquisita presentación de D. Francisco José Figuereo Noriega, al que denominó el eterno Pregonero.

 

El escenario del Teatro tenía un sobrio exorno, solo unas flores y dos faroles del paso de Nuestro Padre Jesús Nazareno, dando escolta al atril. Y es que tenía un sentido muy personal y emotivo aquellos dos luceros iluminados, ya que con su prosa el de la derecha recordaría a su padre y el otro a su madre, las dos personas que le enseñaron a vivir en la fe y ser la persona que hoy en día es.

El pregonero durante su locución fue dejando atrás los días cuaresmales para dar la bienvenida a un nuevo Domingo de Ramos. Sería la Cruz del Nazareno, la que contiene la vida de Jesús y María y que serviría para desgranar poco a poco el pregón, a modo de Capítulos y Versículos del Evangelio basados en nuestras Hermandades y en nuestras costumbres.

Un trabajo que daba su luz tras dos años de espera, de ausencia y a modo de plegaria recorrió la Pasión en el Puerto a través de todas las Hermandades de nuestra Ciudad y sus Amantísimos Titulares, haciendo que cada una de ellas se enmarcaran en un aspecto de nuestra sociedad.  Hubo una importante reivindicación hacía nuestro Ayuntamiento por el ninguneo que durante años llevan padeciendo nuestras Hermandades, y que el respetable agradeció levantándose de sus asientos con una fuerte y larga ovación.

No dudó en recordar a aquellos que ya no están entre nosotros, a los costaleros que se retiran, a los que animó a que vistieran el hábito de Nazareno, a los hermanos de luz que tan cuidadosamente visten sus hábitos de nazareno. Un pregón que encogió los corazones a la espera de un nuevo despertar.

La música estuvo muy presente en cada momento del pregón de la mano de la Banda Municipal Maestro Dueñas, que por cierto tuvo una actuación magistral, de la Capilla Musical Vía Sacra y la inigualable voz de nuestra cantaora Aroa Cala, a través de las saetas que hizo levantarse a los asistentes en dos ocasiones.

Desde el comienzo realzó que el verdadero cofrade es aquel que es de devoción y caridad hacia los demás, recalcando que no solo es lo que vemos durante esos 7 días de pasión, si no la vida de hermandad durante el resto del año que el mismo ha podido conocer de nuestras hermandades y de la que él es partícipe.

Un pregón que nos ha enseñado en pocos minutos el verdadero sentido de lo que es ser cofrade. Con sus vivencias, a través de sus ojos, sus recuerdos y la de muchos cofrades portuenses. Un pregón evangelizador desde nuestra Hermandades, emotivos y cercano que hizo que todo el público allí existente le despidiera en pie, terminando su pregón con voz alzada.

Desde estas humildes líneas, damos la enhorabuena a Francisco José Figuereo Noriega, “Figue” por el pregón tan emotivo y Portuense que regaló al Puerto, y que sin duda quedará guardado para el recuerdo de nuestra Ciudad.

Imágenes: Onda Pasión-Antonio Montero-El Puerto Actualidad