Hoy miércoles, desde la 18:00 horas estará expuesto en nuestra Basílica y a la veneración de todos los fieles, el cáliz profanado en Irak. Este cáliz es un símbolo de los cristianos perseguidos por todo el mundo. La pieza, que en sus orígenes sirvió en la liturgia para consagrar el vino durante la Eucaristía, fue profanado por el Estado Islámico (Daesh), cuyos militantes lo habrían utilizado para afinar la puntería de sus armas.
Tras ser rescatado por miembros de la Iglesia sirocatólica de Qaracosh, en la llanura de Nínive, Mosul, se volvió a consagrar y, desde entonces, «no ha parado de viajar por todo el mundo», pudiendo apreciar los fieles «los destrozos que le ocasionaron las balas». La fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada son los encargados de hacer llegar tan importante emblema para los cristianos a todas las diócesis.