Ayer Domingo de Pasión, los cofrades que se dieron cita en el Teatro Pedro Muñoz Seca, y que abarrotaron el aforo del mismo, pudieron deleitarse de un majestuoso, soberbio y sentido Pregón de Semana Santa, de la mano del joven cofrade del Nazareno, D. Sergio Cíes del Pino.
La presentación corrió a cargo de D. José Manuel Castilla Osorio, Vicepresidente del Consejo de Hermandades y Cofradías, y a la sazón amigo del pregonero desde la niñez, quien también realizó una magnifica presentación, y que lo definió como un hombre bueno.
Sergio comenzó hablando en el prologo de su pregón, de la muerte y de la falta de fe que procesamos, y que abandonamos nosotros mismos. Dicho esto, solicito la venia a la Alcaldesa perpetua y Patrona de la Ciudad, la Virgen de los Milagros, y que le sirvió para recordar los orígenes cristianos de la Ciudad.
En el escenario del teatro, y como exorno del mismo, estaba presente la que fuera la primera Titular de la Hermandad del Nazareno, María Santísima de los Dolores, a la que exaltó y piropeó, ya que fue su luz y guía en su niñez, siendo esta una de las partes más emotivas de su intervención y que levanto entre palmas y vítores, al respetable de sus asientos.
Los problemas sociales, como la falta de creencias religiosas, el hambre en el mundo, las injusticias sociales, la guerra, el desempleo, fueron temas que tuvieron cabida y fueron denunciados por la pluma del pregonero, animó a las Hermandades a que siguieran vivas a través de sus casas de Hermandades, a que se cuiden a sus grupos jóvenes, y dejó un importante mensaje: “nadie es imprescindible, pero todos somos necesarios”.
Unos de los puntos álgidos del pregón fue cuando su prosa estaba dedicada a los particulares piropos que tradicionalmente, cada cofrade hace a sus Titulares, y que el pregonero con la voz rota, ensalzó, aún más si cabe, a su Cristo del Nazareno.
Finalizó Sergio, su pregón, de una manera particular, ya que tuvo palabras de agradecimiento para su presentador, a los Miembros de la Permanente del Consejo; por su designación como pregonero, a sus familiares, a los cofrades allí presentes, a la banda de Música Maestro Dueñas, que tan fantásticamente interpretó un fragmento de la marcha Roció, a la vez que el pregonero cantaba a la Semana Santa.
En definitiva este pregón dejó un buen sabor de boca, que perdurará durante mucho tiempo, un pregón regado de vivencias, emociones y sentimientos personales y cofrades, porque no podía ser de otra manera, ya que las palabras, las frases y los versos con que Sergio nos agasajó, le salieron del corazón, y con cálidos aplausos, que terminaron con palmas en bulerías, se lo agradeció el público.
Fotografía cedida por www.fiestasdelpuerto.com